La revolución de los datos en biomedicina

Las tecnologías de la información y la inteligencia artificial están revolucionando distintos sectores en una imparable transformación digital. Los sistemas de salud han caminado a paso lento en su digitalización, por importantes barreras relacionadas con el tamaño y heterogeneidad de los sistemas de información, problemas de privacidad y ciberseguridad etc. por lo que la mayoría del potencial del uso de los datos está todavía por descubrir. Sin embargo, las acuciantes necesidades del sistema sanitario, la falta de profesionales y el envejecimiento de la población, precisan de estas tecnologías para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de los sistemas de salud y a su vez para proveer de una mejor atención sanitaria. 

En paralelo, las tecnologías diagnósticas avanzadas (imagen médica, genómica...) están proveyendo cada vez una mayor cantidad de información para el diagnóstico, comprensión y tratamiento de las enfermedades complejas, permitiendo avanzar cada vez más hacia una medicina personalizada. En este contexto de Big Data, la inteligencia artificial, ligada a los nuevos paradigmas de espacios de datos en salud, pueden permitir explotar e integrar información compleja para una mejor atención y gestión sanitaria, habilitando a su vez el desarrollo y validación de nuevos productos y servicios de salud digital, dispositivos médicos, nuevas terapias etc. Por ejemplo, en el proyecto Europeo LUCIA, Vicomtech está desarrollando técnicas de integración de datos multimodales e IA para mejorar la prevención y el diagnóstico temprano de cáncer, y en el proyecto Europeo CARAMEL existe una aproximación similar orientada a la prevención de la salud cardiovascular en mujeres alrededor de la menopausia. Las posibilidades son ciertamente inmensas, pero requieren de esfuerzos de I+D sostenidos y un entorno que facilite dichos desarrollos. 

Sin embargo, su desarrollo se enfrenta a múltiples retos, barreras y regulaciones, algunas necesarias, pues permiten respetar aspectos como la privacidad o los derechos fundamentales de los ciudadanos. Para hacer realidad estas oportunidades de progreso, es necesario un esfuerzo conjunto, desde las administraciones y sistemas de salud, habilitando planes de digitalización y fondos para el desarrollo de estas tecnologías, desde los desarrolladores, desarrollando y validando soluciones efectivas para uso clínico, desde la regulatoria, proveyendo mecanismos eficaces para su evaluación, desde los profesionales de salud, capacitándose en estas nuevas tecnologías y conociendo sus beneficios y limitaciones para una elección y uso adecuado y desde los propios ciudadanos/as, haciendo partícipes de su propia salud y del uso de sus datos en contextos de investigación.

Dr. Iván Macía, Director de Salud Digital y Tecnologías Biomédicas en Vicomtech